


Érase una vez...

Lo que empezó como un comentario coqueto,
pronto se sellaría en la realidad.
Un día, a finales de 2015, Alexandra, amante del agua, se sintió intrigada por Guilherme cuando, en una conversación, descubrió que Gui tenía kayaks. Decidieron hacer planes inocentes y amistosos para salir a remar con su primo, quien estaba estudiando en el extranjero desde Brasil.
Llegó el día, lanzaron los kayaks y se echaron al agua. Las conversaciones fluían, mostrando que tenían mucho en común: intereses similares y valores compartidos.
Como suele ocurrir con Guilherme y su humor seco, empezó a bromear sobre esas similitudes, repitiendo la frase:
“Soy el indicado.”
“Lo que no sabes, Alex, es que soy el indicado.”
“Te lo dije, soy el indicado.”
Esa repetición intermitente fue, sin duda, motivada por la encantadora risa de Alexandra, lo que animaba a Guilherme a seguir con la broma.
Desde ese momento, Alexandra y Guilherme han seguido
"haciendo planes juntos".
Ocho años después, tras un picnic en 'su lugar',
junto al lago en su parque favorito,
Gui se arrodilló y le pidió a Alexandra
que fuera su “indicada” para siempre.